Recibimos a Xabier Goikouria en la «nueva normalidad»

Qué haya sido Xabier la primera contraparte que nos visita tras la pandemia, ha hecho de ese momento un reencuentro muy especial!

Y no sólo por el fuerte vínculo que nos une a su fundación: Fundación Goicouria, con la que hemos llevado a cabo varios proyectos en el barrio de Panda, de la ciudad de Likasi (RDC), donde reside de manera continuada desde hace 54 años, sino porque una vida tan intensa y dedicada a la pobreza, merece ser escuchada.

Su contacto con la realidad africana le iba evidenciando las graves carencias con que vivían aquellas personas, recuerda. Especialmente doloroso era el caso de las que padecían discapacidad física, totalmente apartadas de su comunidad. Había que hacer algo! De esta forma, su tesón y la conquista de algunos corazones, posibilitaron la consecución de un flujo de fondos estable, canalizado a través de la Fundación, que permitieron, progresivamente, ir dando forma a un sueño que, cariñosamente, hemos denominado «complejo Likasi» creando así: un centro de discapacitados, el complejo escolar St. François, un orfanato, el Instituto Superior de Técnicas Médicas, la cooperativa agrícola Kabulumbu, … la lista continúa. ICLI ha aportado su granito de arena para seguir avanzando en este proceso de construcción y que el sueño no se detenga!

Nos habla Xabier del orgullo de pertenencia del pueblo congoleño. Se sienten afortunados de haber nacido en un país rico, aunque esa riqueza se encuentre absolutamente concentrada en las manos de muy pocos que lo poseen casi todo. Las condiciones en las que vive una inmensa mayoría de la población debería sacar los colores de sus dirigentes, aunque prefieren mirar hacia otro lado. Es una realidad no exclusiva de Congo, comentábamos en el encuentro.

Miedo sería la palabra que mejor describe a la población, afirma Xabier. La inestabilidad del país, que se enfrenta a más de cien grupos armados – Likasi es una región bastante estable – que luchan por el control de sus riquezas, somete a las personas a la ley del más fuerte. Conformarse pasa por ser su mejor opción si desean salvaguardar sus vidas. Hay que entenderlo. No lo tienen fácil. Por ello, cualquier pequeña mejora, es una gran victoria. Hay que «seguir ahí», nos decía el misionero, porque son personas y se lo merecen.

A Xabier le encontró la pandemia cuando ya tenía todo listo para regresar a Panda, donde desea estar mientras conserve sus fuerzas. Para muchos, es  un africano más. Los mayores buscan en él su palabra y la paz que transmite. Los más jóvenes se sienten cómplices de sus juegos y cercanía. Para ICLI será siempre un amigo y un gran referente.

Xabier, ha sido un inmenso placer!

 

 

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