ENTREVISTA: AINHOA CAMPO
Licenciada en Ciencias Políticas, destacó como Procuradora de las Juntas Generales de Álava y Alcaldesa por Ayala hasta 2011
¿Qué balance se puede realizar de las estrategias de trabajo previstas en colaboración con las ONGD del Territorio Histórico?
Yo creo que es un balance satisfactorio. Estamos hablando de una cooperación con unas señas de identidad de alto valor añadido donde para la Diputación Foral de Álava – DFA – cobra una gran importancia la colaboración con organizaciones de la sociedad civil: ONGD y socios locales. Cerca del 80% de los fondos se canaliza a través de ONGD.
Es una cooperación basada en la solidaridad y donde la proximidad de lo local facilita la movilización de agentes diversos de manera articulada. Poder desplegar todo el potencial que tiene nuestro territorio para ponerlo al servicio del desarrollo.
¿Cómo ha reaccionado la cooperación alavesa frente a la pandemia? ¿Sigue gozando [la cooperación alavesa] de buena salud?
No hay más que verlo que ha sabido adaptarse a las circunstancias. Desde hace años, la DFA cuenta con un instrumento que permite canalizar la solidaridad alavesa ante las situaciones de emergencia que se producen en los países en vías de desarrollo: desplazamientos de población, crisis derivadas de conflictos armados, huracanes, terremotos, hambrunas. El Fondo Alavés de Emergencia – FAE – tiene, entre las ONG alavesas, una buena acogida. Les permite actuar con celeridad, recibiendo de forma ágil y rápida los fondos públicos para la gestión de los proyectos. La nueva situación que la extensión de la pandemia está generando en países y comunidades con sistemas de salud muy débiles va a hacer más importante aún la apuesta por el FAE como el instrumento ágil.
En un escenario totalmente globalizado como el actual, pero con claras diferencias Norte-Sur, ¿cómo se busca trabajar desde DFA esta relación local-global?
Ya desde la pasada legislatura, venimos practicando una política descentralizada en la gestión de la Cooperación al Desarrollo. Hablamos de una serie de características que, en la DFA, compartimos y aplicamos. Es decir, de beneficio mutuo a través de la reciprocidad y las relaciones horizontales; de establecer alianzas de intercambio y aprendizaje mutuo desde la proximidad y la participación.
Resistencias machistas, violencias, emergencia climática, conflictos sociales, incertidumbre económica… ¿Cómo valora el papel de las ONGD en un escenario como el actual?
Una de las características de la cooperación descentralizada es el de mayor cercanía a la ciudadanía, que posibilita una mayor capacidad de nutrirse de la creatividad de la sociedad; así como de contribuir a la sensibilización, educación para el desarrollo y el impulso de una ciudadanía más comprometida con los retos locales y globales.
Una experiencia innovadora, es la convocatoria de proyectos puntuales de cooperación, como vía de acceso a la solidaridad para pequeñas ONG y entidades no directamente vinculadas con la cooperación.
¿Cómo se pueden aplicar desde la DFA “vacunas” como el feminismo, la incidencia climática, la economía social y solidaria, el apoyo mutuo…?
Para la DFA es importante mantener una política de Educación para la Transformación Social (EpTS) y apoyar acciones de educación con perspectiva de género y derechos humanos que promuevan actitudes de compromiso solidario entre los ciudadanos y ciudadanas. Sin duda un reto trascendental de cara a las nuevas generaciones y para que mantengan su compromiso y apoyo a las políticas públicas de solidaridad y cooperación.
El ámbito de la Cooperación al Desarrollo internacional suele resultar un mundo desconocido para la población ¿Cómo se puede atraer a la población – y sobre todo a la juventud – para involucrarla en este tema?
Como reitera la propia Agenda 2030, no dejar a nadie atrás, llegando a todas aquellas personas más vulnerables y discriminadas, estén donde estén, a fin de apoyar el ejercicio de sus derechos humanos. Desde hace años, mantenemos con la UPV un convenio para extender la cooperación y la solidaridad internacional a las y los jóvenes del campus de Álava. Gracias a ello pueden acercarse a la realidad de la cooperación al desarrollo a través de cursos, formaciones y experiencias prácticas.
¿Qué retos de futuro se plantea la Diputación Foral de Álava en el ámbito de la Cooperación?
Vamos a mantener nuestro compromiso firme por una política pública de cooperación, con enfoque de género, y construida de forma colectiva en el espacio de participación. Seguimos apostando por el mantenimiento de los proyectos plurianuales de cooperación al desarrollo que permiten una mejor planificación a las ONGD alavesas. Mantendremos los proyectos puntuales de cooperación, como vía de acceso a la solidaridad para pequeñas ONG y entidades no directamente vinculadas con la cooperación. Además, reforzaremos el Fondo Alavés de Emergencia – FAE -y mantendremos una política de Educación para la Transformación Social (EpTS). También apoyaremos acciones de educación con perspectiva de género que promuevan actitudes de compromiso solidario entre los ciudadanos y ciudadanas alavesas.
