Un reto que asumimos con ilusión porque creemos en la economía circular y en las segundas oportunidades; en conceder una nueva vida a esos materiales que, todavía en uso, son repuestos por otros más actuales con el inevitable consumo de recursos naturales que este proceso conlleva.
La oportunidad surgió de uno de nuestros asociados, al que damos las gracias, que nos ofreció: mesas, sillas y pizarras de un colegio que se estaba desmantelando en esos momentos. Inmediatamente pusimos la mirada en el sur de Mozambique, donde trabajamos proyectos educativos con la Fundación Mozambique Sur, con un alto grado de complicidad y entendimiento. Ellos tenían la necesidad y nosotros los materiales. Entenderse sólo era cuestión de VOLUNTAD. Así que, sin dudarlo ni un segundo, pusimos en marcha la maquinaria para tejer una red de colaboradores que nos facilitaran la tarea de: recogida, transporte, almacenaje y carga y descarga, lo que os aseguramos tuvo su complejidad al tratarse de mercancía de gran volumen.
A esta donación se sumaron otras … y otras más … la causa lo merecía! De esta forma, creamos un pequeño entramado de colaboradores donde la aportación de cada uno resultó CRUCIAL. MUCHÍSIMAS GRACIAS, por todo ello, a: Paules de Barakaldo, Luzaro Ikastetxea de Deba, Instituto Antonio Trueba de Barakaldo, Asociación deportiva y cultural Bizkir, On Time Logística Integral y Bilogistik que cerró el proceso recogiendo, transportando y almacenando los materiales, que los centros nos habían donado, hasta ser cargados en un contenedor y enviados al sur de Mozambique.
El contenedor fue enviado en diciembre y recibido en estos días provocando un delicioso alboroto que sacó de la rutina a sus destinatarios, niños y niñas que nos demuestran así su alegría y gratitud. «Allí las cosas se valoran de verdad», nos decían…
Y esta es su manera de darnos las gracias grabándonos este vídeo por el que podemos decir que … HA MERECIDO LA PENA!